miércoles, 24 de marzo de 2010

ELABORACIÓN DE MERMELADAS (I)

Una tostada con mermelada casera. Se me hace la boca agua sólo de pensarlo. Para los que hemos tenido huerto (en mi caso, mi padre es el hortelano), la elaboración de mermelada era una consecuencia lógica del famoso problema de la sobreabundancia. A saber, en un huerto todas las plantas de la misma especie dan fruto a la vez. Así, dicho no parece un problema. Cuando tu padre llega a casa con cubos y cubos de tomates, lo es.

Así que me crié viendo a mi madre hacer conservas: mermelada de melocotón, tomate frito, tomate al natural, pisto… La llegada a casa de un congelador gigante (¿hay alguna casa de pueblo en la que no se esconda un arcón?) supuso algún cambio, pero más en cuanto al cómo que en cuanto al qué. Es decir, ahora mi madre dispone de una enorme cantidad de pimientos congelados que intenta colocarnos periódicamente a sus hijos. Bueno, y también de una despensa de unos 8000 frascos de tomate frito casero.

A lo que íbamos. Antes de poner tal o cual receta o de meternos en disquisiciones sobre la pectina y sus sutilezas os voy a hablar del exterior.

Sí, la belleza está en el interior, ya lo sabemos, pero una de las cosas fundamentales de nuestro trabajo va a ser esterilizar los recipientes en los que vamos a envasar nuestras magníficas creaciones culinarias XD

Yo utilizo frascos reciclados. Vamos, que los voy acumulando hasta que me regañan en casa y entonces digo que voy a tirar unos cuantos. Nunca lo hago, claro. ¿Dónde envasaría mis mermeladas si no?

Como os decía, lo fundamental es esterilizar esos frascos y tapas para evitar que pueda crecer en ellos cualquier moho o la famosa toxina botulínica. Famosa y letal, así que mucho cuidado.

La manera más cómoda de esterilizarlos es poner a hervir tanto frascos como tapas durante 30 minutos a 100º C (contamos 20 desde que rompa a hervir, es decir, desde que llegue a los 100º C) y los ponemos a escurrir boca abajo sobre un trapo limpio.

Si somos especialmente tiquismiquis (y yo lo soy), podemos realizar el proceso anterior en una olla a presión, donde se alcanzan mayores temperaturas (como unos 120º C, creo recordar). En este caso, serían 20 minutos desde que empiece a hervir.

Y con los frascos esterilizados y escurriéndose, podemos pasar a al siguiente fase: la cocción de nuestra mermelada

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