martes, 25 de octubre de 2011

PASTEL DE ZANAHORIA CON QUESO


Tenía ganas de hacer pastel de zanahoria desde hace tiempo. Incluso estaba en una de mis listas de "posibles" pero como pasa a veces cuando eres una persona interesada en la comida, por unas cosas o por otras no la tenía entre mis objetivos más cercanos.

Sin embargo (y como también nos suele pasar a los que estamos interesados en la comida) llegó una amiga y me pidió dos cosas: una, que hiciese -y publicase, claro- tarta de zanahoria y la otra... La otra es privada. No seais malpensados. Tiene que ver con la caza. Menos mal que no soy demasiado fan.

Investigando un poco -rascando nada más- me he enterado de que el pastel de zanahoria forma parte de eso que se llama cocina pobre. Como podéis leer en la wikipedia: "la zanahoria se ha usado en pasteles dulces desde la Edad Media, época en la que los endulzantes eran escasos y caros, mientras la zanahoria, que contiene más azúcar que cualquier otra verdura a excepción de la remolacha azucarera, era mucho más fácil de encontrar, por lo que se usaba para elaborar postres dulces". Qué cosas.

También nos cuenta la wiki que "la popularidad del pastel de zanahoria resurgió probablemente en el Reino Unido gracias al racionamiento durante la Segunda Guerra Mundial". Desde luego yo la tengo asociada a la repostería británica. De hecho pensaba que era 100% escocesa, como Nessie o Gavin Hasting.

Por si queréis echarle una mirada a otras versiones, os paso estas dos que me han gustado mucho: la de Food and cook y la muy canónica de Joy of baking. Espero que os gusten.

Y por si también queréis echarle un ojo, os dejo un vídeo de la incitadora de esta entrada, la señorita Olivia de Happyland. Una cocinillas que anda siempre subida a algún escenario. ¡No todo va a ser cocinar!

OLIVIA DE HAPPYLAND - FELICES NOVIOS



NOTA: como podéis ver en la foto, hice la tarta en forma de magadalenas. No es que me haya pasado al lado-cupcake-de-la-vida (que podría). Simplemente, tenía ganas de estrenar un molde de silicona que me habían regalado. Evidentemente, se puede hornear en cualquier forma. En el barrio de Moncloa, en Madrid, hay un sitio donde las hacen redondas y tiene una pinta...

Por si la queréis, aquí os dejo la receta en PDF.



PASTEL DE ZANAHORIA CON QUESO

Dificultad: para gente que sepa usar un rallador sin perder un dedo. Un dedo entero, se entiende.

Ingredientes (para una tarta o 12 magdalenas. Cupcakes, que dicen los modernos):
  • 4 huevos.
  • 150 g de azúcar moreno.
  • 100 g de zanahoria recién rallada.
  • 75 ml de aceite de girasol.
  • 150 g de harina.
  • 1 cucharadita de levadura química.
  • 1 cucharadita de canela.
  • 1 pizca de sal.
  • 50 g de nueces (yo usé pistachos).
  • 50 g de pasas.

Para la cobertura:
  • 1 tarrina de queso cremoso (175–200 g).
  • 125 g de azúcar glas.

Preparación:


1 Batimos con fuerza los huevos y el azúcar, hasta que la mezcla esté cremosa.

2 Añadimos la zanahoria y el aceite, mezclándolo todo bien con una espátula (la zanahoria se enreda en las varillas del batidor).

3 Tamizamos la harina, la levadura, la sal y la canela. Lo incorporamos poco a poco a la preparación anterior.

4 Añadimos las nueces picadas y las pasas, que habremos enharinado un poco antes para evitar que se nos vayan al fondo del bizcocho como piedras arrojadas a un lago escocés.

5 Lo vertemos todo en un molde, que previamente habremos untado con mantequilla y espolvoreado con harina (si usáis, como yo, uno de silicona podéis saltaros ese último paso). Horneamos a 160º durante 20 minutos. Vamos, hasta que esté hecho. Una vez horneado, lo dejamos enfriar y lo desmoldamos.

6 Hacemos la cobertura mezclando el queso y el azúcar glas con un tenedor hasta que obtengamos una preparación homogénea.

7 Repartimos dicha mezcla sobre el bizcocho y ya tendremos nuestro maravilloso pastel de zanahoria, con su frosting y todo.

También se puede abrir el bizcocho en horizontal y rellenar con la crema dulce de queso. Habrá que preparar más cantidad para que nos dé también para cubrirlo, pero os encantará si sois muy golosos.